El premio se asigna a personas que han vivido «al servicio de la paz como don del amor» y a todo hombre o mujer que «en nombre de la propia fe, contribuya a edificar un mundo en el que no se viva uno al lado del otro sino uno por el otro».
El cardenal Etechegaray ha realizado numerosas misiones por encargo de Juan Pablo II en estos últimos 25 años, ya desde tiempos en los que era arzobispo de Marsella (Francia), para el entendimiento entre los pueblos y el apoyo a las Iglesias católicas en necesidad.
Antes de que estallara la segunda guerra del Golfo, el Papa le envió como mensajero para encontrarse con Sadam Husein con el objetivo de evitar el conflicto.
También han recibido el premio Raoul Follerau el People’s Health Movement, en la categoría de tutela de los derechos, y la agencia de noticias de la misión MISNA (http://www.misna.org) en el campo de la información.
El premio es una iniciativa de AIFO (Asociación Italiana Amigos de Raoul Follereau), una organización de cooperación internacional comprometida en 30 países del mundo en el campo sanitario, especialmente en la lucha contra la lepra.
Follereau fue un escritor, periodista y poeta francés (1903-1977) que dedicó toda su vida a combatir el morbo de Hansen (lepra). Entendió que «la lepra es una de las tantas consecuencias del subdesarrollo» y que sus raíces están en la «injusta distribución de los recursos del planeta», afirman los miembros de la asociación que lleva su nombre.
Más información en http://www.aifo.it.
