BRUSELAS, 31 octubre 2003 (ZENIT.org).- Hoy en la historia la fe cristiana ha ayudado y ayuda a unir a Europa, han asegurado los obispos representantes del episcopado del viejo continente al concluir una reunión celebrada entre el jueves y el viernes en Bruselas.
El encuentro de la Comisión de Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE) analizó los resultados de los trabajos de la Conferencia Intergubernamental que estudió a inicios de octubre en Roma la propuesta de Tratado constitucional redactada por la Convención Europea.
Los obispos, según explica un comunicado de prensa de la COMECE, han sido informados sobre la manera en que se afrontaron en el encuentro las cuestiones religiosas, y han acogido favorablemente el artículo 51, que reconoce el estatuto de las Iglesias y comunidades religiosas.
Los obispos de los actuales y futuros miembros de la Unión renovaron su llamamiento para que la Conferencia Intergubernamental proponga una referencia al cristianismo en el «Preámbulo» de la futura constitución.
«Reconocer la importancia de las raíces cristianas de Europa significa constatar una verdad histórica que no disminuye en nada la aportación de otras tradiciones religiosas o de pensamiento, mencionadas a su vez claramente en el «Preámbulo»», afirman.
«El hecho de referirse al cristianismo y a su importancia no significa reivindicar la herencia de Europa por una sola religión. No pondría en tela de juicio ni la separación Iglesia-Estado, ni la neutralidad de las instituciones europeas, pues la Iglesia católica las apoya sin restricción», explica el comunicado final.