Por otra parte, en la carta que publica la revista diocesana, monseñor Echarren dice que la presencia de la Iglesia en el campo de los grandes medios de comunicación social «es mínima».
En este sentido, el prelado pide que no se caiga en la tentación de pensar «que todo responde a odios a la Religión y a la Iglesia». Aun así, se debe evitar la tentación contraria, porque «se puede demostrar el sectarismo anticristiano de no pocos medios y de no pocos periodistas», aclara.
Además, el obispo de Canarias también considera demostrable «cómo determinadas informaciones sobre Iglesia y sobre el cristianismo, se ofrecen sesgadas o contienen afirmaciones realmente falsas, hirientes, calumniosas… ¡Y hasta inventadas!».
Una vez expuesto el panorama mediático, monseñor Echarren señala la actitud que debe adoptar el cristiano ante los medios de comunicación social.
En primer lugar, propone a los cristianos «ser conscientes», tanto del «valor positivo» que suponen los medios de comunicación, como también de su «influencia negativa y destructiva, tanto para las conciencias como para las estructuras sociales».
En segundo lugar, el obispo invita a adoptar una actitud «sanamente crítica» sobre los contenidos que ofrecen los medios, «aprendiendo a aceptarlos o a rechazarlos». Por último, «debemos también aprender a educar a los niños y jóvenes, para que no se dejen manipular», subraya.
En definitiva, los cristianos «debemos ser auténticos profetas, tanto para denunciar los contenidos, los odios, las falsedades, las calumnias que, en materia moral y religiosa, nos llegan desde los medios, como para usarlos y apoyarlos en la difusión de la verdad y del amor, de la solidaridad y de la paz, de la justicia y de la verdadera libertad…», concluye el prelado.