COLONIA, miércoles, 27 julio 2005 (ZENIT.org).- La organización de la XX Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) –que en agosto puede llegar a reunir a 800 mil jóvenes con el Papa en Colonia– ha puesto en el centro del evento, junto con las Eucaristías o las catequesis, el sacramento de la Reconciliación.
Todos los jóvenes encontrarán en su mochila de la JMJ, en el libro del peregrino, un texto que ayudará a vivir este sacramento en profundidad, como ha sido intención del encargado de su preparación, el sacerdote Klaus Kugler.
«Steh auf!» («¡Levantaos!») es el título del documento de cinco páginas sobre la Confesión del responsable de la pastoral juvenil y presidente del BDKJ («Bund der Deutschen Katholischen»: «Asociación de la Juventud Católica en Alemania») en Rhein-Sieg-Kreis.
A primera vista –apunta el portal juvenil italiano Korazym– se trata de un examen de conciencia que se puede hallar en cualquier libro de oración alemán.
Pero el documento, que ha sido elaborado por un grupo de trabajo bajo la dirección del padre Manfred Kollig, de la Oficina de la JMJ en Colonia, propone diez textos del Nuevo Testamento junto a la invitación a la reflexión.
«¿Por qué –por ejemplo–, dice Jesús al paralítico: “Tus pecados te son perdonados”? Porque existe también una parálisis interior. Fallamos siempre en el mismo punto, como si este fallo nos perteneciera», se lee.
El padre Kluger utiliza la expresión «Sacramento de la Reconciliación», porque la admisión en la confesión de la propia culpa es sólo una parte, importante, del rito. «No se trata sólo de una prestación personal», explica; «la reconciliación es dada por Dios y debo acogerla».
Igualmente se organiza para los grandes días de la JMJ el «Centro de la Reconciliación» en los pabellones 6 a 8 de la Feria de Colonia. Habrá un ambiente de la preparación y un ambiente de la acción de gracias. En el primero estará la cruz confiada por Juan Pablo II a los jóvenes.
Entre los dos locales habrá un pabellón con un centenar de mesas triangulares, lo suficientemente distantes entre sí como para garantizar la discreción.
El responsable del «Centro de la Reconciliación» será el padre Kluger, quien deberá coordinar a varios cientos de confesores que atenderán a los jóvenes peregrinos en varios idiomas, indicados en oportunos carteles.
El sacerdote resume así la confesión: se trata de formular errores y cambiar el propio comportamiento. «La cuestión no es ciertamente si he criticado tres veces, sino: ¿quién soy en el fondo como hombre?», apunta.
El viernes 19 de agosto por la tarde, tras los últimos actos en la ciudad, el Centro será desmantelado y reconstruido en tiendas en «Marienfield» en Kerpen –donde el 20 y 21 se vivirán los momentos culminantes de la JMJ con Benedicto XVI, con la vigilia y la Eucaristía de clausura-. Allí durante todo el sábado se ofrecerá a los jóvenes la posibilidad de acercarse al Sacramento de la Reconciliación.