Supuestas revelaciones sobre Pío XII que no revelan novedades

Según el diario vaticano

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

CIUDAD DEL VATICANO, lunes 1 de febrero de 2010 (ZENIT.org).- Las supuestas revelaciones de archivos británicos, que acusarían a Pío XII de silencio o incluso de indiferencia ante la persecución judía, no aportan novedades, considera un artículo publicado por el diario vaticano.

«L’Osservatore Romano», en su edición italiana del 2 de febrero, rebate las interpretaciones que buena parte de los medios informativos han hecho de documentos publicados por el historiador Giuseppe Casarrubea, especializado en la investigación sobre los archivos ingleses de Kew Gardens: un telegrama del 19 de octubre de 1943 y una carta del 10 de noviembre de 1944.

En el primer documento, el diplomático estadounidense Harold Tittmann describe la aparente cautela de Pío XII tras la deportación de los judíos de Roma.

El cardenal Achille Silvestrini, prefecto emérito de la Congregación vaticana para las Iglesias Orientales, quien entró al servicio diplomático de Pío XII en 1953, considera en una entrevista publicada por el diario «La Stampa» (1 de febrero) y citada por «L’Osservatore Romano» que si bien el Papa no levantó su voz ante el escándalo, se entregó en una acción de ayuda, que no hubiera podido realizar en caso de que se tensaran las relaciones con los alemanes.

«En aquel período trágico –subraya el cardenal Silvestrini– al Papa le preocupaba el que los alemanes dejaran en paz Roma y respetaran su carácter sagrado».

«Y no se trataba de una opción contra los judíos –añade «L’Osservatore Romano»–. Todo lo contrario. Precisamente esa actitud de prudencia habría permitido actuar de manera eficaz y concreta a favor de los judíos y de otros muchos perseguidos. Todo gesto a bombo y platillo de protesta o rebelión habría sido contraproducente».

«Al mismo tiempo el Papa se movilizaba para que en las iglesias y en las instituciones católicas se acogiera al mayor número posible de judíos», ha afirmado el purpurado. «Pero una protesta explícita habría acarreado más daños que ventajas».

El Papa Eugenio Pacelli conocía la situación mucho mejor que otros muchos, opina el cardenal Silvestrini. Había sido nuncio en Munich y en Berlín de 1917 a 1929, había sido favorable a la República de Weimar. «Sabía bien lo que era el nazismo», recuerda el diario vaticano.

El otro documento británico citado por los medios de información, la carta del 10 de noviembre de 1944, hace referencia a un diálogo entre el embajador británico Francis D’Arcy Osborne y Pío XII  sobre las masacres de los judíos de Hungría perpetradas por los nazis precisamente en los días en los que llegaban a la Sede Apostólica continuas peticiones para que denunciara los crimines de Stalin en los países bálticos y en Polonia.

Mientras el embajador pedía una denuncia pública de las atrocidades nazis, sugería guardar silencio ante las cometidas por los aliados soviéticos. El Papa prefirió mantener su tradicional línea de prudencia: «Condenar el pecado pero no el pecador», como ha recordado también el historiador Andrea Riccardi, en una entrevsita concedida a «Il Corriere della Sera», el 1 de febrero.

Como ha aclarado el cardenal Silvestrini, «Pío XII consideraba lo que les sucedió a los obispos holandeses como una advertencia a no repetirlo. El episcopado de Holanda había escrito una carta en la que condenaba ‘el despiadado e injusto trato a los judíos’. Ese documento se leyó en las iglesias holandesas en julio de 1942».

«Las intenciones eran óptimas, pero los resultados fueron desastrosos», constata «L’Osservatore Romano».

Y «precisamente en el país en el que los sacerdotes habían denunciado más duramente las persecuciones judas, se dieron más deportaciones que en cualquier otro Estado de Europa Occidental», constata el cardinal Silvestrini.

El purpurado italiano concluye: «Ante la Shoá los aliados guardaron silencio y todos los demás, pero sólo se le piden cuentas a Pío XII. A los demás nunca se les pone en discusión».

 

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

ZENIT Staff

Apoye a ZENIT

Si este artículo le ha gustado puede apoyar a ZENIT con una donación