SANTIAGO DE CHILE, 27 octubre 2003 (ZENIT.org).- Unos 100.000 jóvenes se unieron el sábado pasado a la XIII Peregrinación al Santuario de Santa Teresa de Los Andes que, bajo el lema «De Chacabuco al Carmelo, un camino de santidad», convocó la Vicaría de la Esperanza Joven del arzobispado de Santiago de Chile.
A las siete de la mañana comenzó la peregrinación con el envío de los primeros grupos de peregrinos. Su objetivo: hacer un «camino de santidad» siguiendo el ejemplo de Teresa de los Andes y agradecer estos 25 años de pontificado de Juan Pablo II, así como orar por su salud, magisterio y el futuro de la Iglesia.
Durante los 27 kilómetros que separan Chacabuco del Santuario de Auco –camino que la santa chilena recorría en su juventud–, los jóvenes encontraron doce estaciones que los motivaron y animaron en su recorrido a través de signos, cantos y lemas invitándoles a ser Peregrinos, Discípulos y Apóstoles de la Esperanza.
Al llegar al Santuario, visitaron la cripta donde se encuentra el cuerpo de Santa Teresa de los Andes y disfrutaron de distintas representaciones artísticas a la espera de la Eucaristía final, que presidió el cardenal arzobispo de Santiago, monseñor Francisco Javier Errázuriz.
A cargo de la organización de esta fiesta juvenil estuvo un equipo encabezado por el vicario de la Esperanza Joven, padre Galo Fernández. Animadores, servidores, coordinadores, personal de carabineros de Chile, de la Cruz Roja y Defensa Civil –en total, cerca de 3.000 personas– trabajaron para hacer de ésta una jornada significativa para los miles de jóvenes que llegaron al santuario.
Desde 1990, miles de jóvenes peregrinan al Santuario de Santa Teresa de Los Andes. Desde esa fecha, la cifra de participantes ha ido creciendo progresivamente desde los 7.000 que iniciaron la marcha. Acuden a la convocatoria fundamentalmente jóvenes, aunque se suelen sumar algunos niños y adultos de todo Chile
Este encuentro ha llegado a convertirse en un hito de la Iglesia Joven y de su trabajo pastoral y formativo. Desde las seis de la mañana, los peregrinos, organizados en sus colegios, liceos, universidades o movimientos, se preparan para recorrer la cuesta de Chacabuco normalmente bajo el sol de octubre, completando en total 27 kilómetros de fe y esperanza.
En el camino, se van encontrando con diversas estaciones que los animan e invitan a la oración y al encuentro con Jesús. Hacia las 14.00 horas los caminantes comienzan a llegar al Santuario, donde les espera la bienvenida con cantos y oración, para finalizar con una eucaristía.
El padre Galo Fernández explica el objetivo de la peregrinación: «Hace diez años, Juan Pablo propuso a Santa Teresa de los Andes como modelo de santidad a todo el mundo». Además, puesto que el Papa «cumple 25 años en su servicio al frente de la Iglesia, ofrecemos esta peregrinación para orar por la salud y el ministerio de este amigo de los jóvenes y de Teresita».
«Peregrinar es signo de que estamos en camino hacia una meta, que es la vida eterna –añadió el padre Galo Fernández–. Caminamos juntos, compartiendo nuestra existencia impregnados de las enseñanzas de Jesús».
Santa Teresa de Jesús de los Andes (1900-1920) es la primera santa chilena y la primera santa carmelita descalza fuera de las fronteras de Europa. Fue beatificada en Santiago de Chile por Juan Pablo II el día 3 de abril de 1987 y canonizada en la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, el 21 de marzo de 1993.
