MADRID, 23 octubre 2003 (ZENIT.org–VERITAS).- La periodista Pilar Requena, corresponsal de Televisión española en Alemania, ha sido distinguida hoy con el Premio Internacional de Periodismo Rey de España 2003 por su documental «El Papa que vino de Polonia».
El documental fue emitido por Televisión Española el 1 de mayo, pocos días antes del viaje del Santo Padre a España, y reemitido el domingo pasado con ocasión del 25 aniversario de su pontificado.
El Premio, convocado por la agencia Efe y la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) reconocía en este trabajo «su gran calidad», «buena documentación» y la «importancia de los testimonios que en él se recogen, reveladores de un periodo poco conocido de la figura universal» del Pontífice.
La periodista ha relatado a la Agencia Veritas que su objetivo al preparar este reportaje era «buscar las raíces del Papa, localizar a sus amigos, a los sacerdotes con los que compartió el seminario clandestino, a políticos implicados en la transición polaca… conocer al Papa como ser humano».
«Yo creo que la etapa que le marcó como ser humano es la que permite comprender su forma de actuar como Papa, por ejemplo su oposición tajante a la guerra o su trato con los judíos», afirma la periodista.
Requena recuerda que el Papa tuvo amigos judíos, que vivió el drama de la guerra y el represión de un régimen totalitario y que su ciudad natal, Wadowice, no estaba lejos de Auschwitz.
Pilar Requena confiesa que «fue emocionante ver el amor que sus amigos sienten por él y la lealtad que le guardan». «Nadie quiso hablarnos de cuestiones que el Papa no haya tratado alguna vez, en este sentido son muy respetuosos».
«Todos me han hablado de un joven «empollón» y listísimo, pero al que por su gran humildad, nadie odiaba», dice; «y lo que cuentan de entonces añade se ha visto reflejado luego».
Al realizar este documental la corresponsal de Televisión Española se encontró con «una vida de guión cinematográfico donde lo más difícil fue hacer la selección para que los más de 100 Testimonios de personas que habían tratado a Karol Wojtyla entraran en 45 minutos de filmación».
En su trabajo de documentación, la periodista encontró anécdotas muy curiosas como las de un amigo del Papa que le confesó «cuando recibí la noticia de que había sido elegido Papa pensé: «nos quedamos sin un amigo», aunque al considerarlo mejor me dí cuenta de que «la elección era buena, porque así ganábamos todos»».
«En lo que he visto allí, con la gente que le conocía, está la clave para entender este Pontificado», afirma la periodista española. «La clave está en Polonia, en la historia de Polonia, el Papa es la viva imagen de la historia del siglo XX», añade.
Desde el punto de vista profesional, la periodista admite haber hecho un trabajo serio con el mismo punto de vista de todos sus trabajos: «acercar personas a otras personas, ser los ojos de los demás». «Cuando realizo mi trabajo reconoce pienso siempre en lo que le gustaría ver a mi madre, lo que ella podría entender».
Pero más allá de la profesionalidad que le ha merecido el Premio Internacional de Periodismo, la periodista reconoce que este documental le ha ayudado a entender mejor a Juan Pablo II.
«Confieso que me enfrenté a este reto con miedo, lo que sabía del Pontífice era lo que sabe el común de los mortales, mi trabajo nunca se había desarrollado en el Vaticano«, afirma.
«Sin embargo este documental me ha permitido entender cosas que incluso antes me llevaron a un alejamiento de la Iglesia. Ahora veo de dónde pueden venir ciertas decisiones de Juan Pablo II, por ejemplo su radical oposición a la guerra o su radicalidad en cuestiones morales», añade.
«Lo disfruté, fue emotivo e interesantísimo. Descubrí a un Papa que no había imaginado y me dio las claves para entender lo que no entendía, y hacerlo de forma que llegara a la gente».
Incluso la explicación a la «apasionada» devoción del Papa a la Virgen tiene, según la periodista, su explicación en los primeros añoS del entonces Karol Wojtyla en Polonia.
«Me contaron una anécdota muy bonita:cuando Karol nació, su madre pidió que dejaran abierta la ventana de la habitación para que el bebé escuchara los «Cantos a María» de la iglesia de Wadowice, que estaba muy próxima a su casa».
