Directora de Catholic.net: Medios y familia, una alianza posible y necesaria

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Lucrecia Rego de Planas comenta el tema de la próxima Jornada mundial de las comunicaciones

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ROMA, 2 octubre 2003 (ZENIT.org).- Juan Pablo II ha escogido como tema para la Jornada mundial de las comunicaciones sociales de 2004 «Los medios en la familia: un riesgo y una riqueza».

Para tratar de comprender mejor la propuesta del Papa, Zenit ha entrevistado a una profesional con una experiencia privilegiada, Lucrecia Rego de Planas, mexicana, directora de uno de los portales más visitados en Internet, Catholic.net, y madre de nueve hijos.

–El Papa ha escogido como tema para la próxima jornada mundial de las comunicaciones sociales «Los medios en la familia: un riesgo y una riqueza». ¿Por qué habrá escogido este tema?

–Lucrecia Rego de Planas: Los medios de comunicación social se han convertido en un generador de profundos cambios en la cultura de los países, debido a la gran influencia que tienen al informar y divulgar ideas y criterios morales, que las personas, de tanto verlos y oírlos, terminan asumiendo como propios.

Entonces, podemos suponer que el Papa desea hacernos conscientes, en la próxima jornada de las comunicaciones sociales, a todos los católicos, de que la unión de estas dos fuerzas: familia y medios de comunicación, es lo que puede realmente transformar el mundo, creando una nueva cultura a favor de la vida, a favor del matrimonio, a favor del amor, a favor del Reino de Cristo.

Y además, desea hacernos conscientes, a todos los comunicadores católicos, del daño que se le ha hecho a la familia a través de los medios de comunicación y motivarnos a tomar conciencia de nuestra responsabilidad, a proclamar a tiempo y a destiempo el mensaje de Cristo, a defender por todos los medios el valor de la vida, el valor de la persona humana, el valor del sufrimiento, el valor de la familia, aunque recibamos ataques y censuras y a que estemos dispuestos hasta el martirio, por defender la verdad.

–¿Cuál es su experiencia personal con los medios y su familia?

–Lucrecia Rego de Planas: Siendo mamá de nueve hijos, se puede decir que vivo a diario los peligros y las riquezas de los medios de comunicación. Constantemente tengo que estar poniendo en guardia a mis hijos, haciéndoles conscientes de que no tienen que creer todo lo que se publica o se exhibe en los medios. Mi marido y yo hemos puesto algunas normas sencillas que facilitan el cumplimiento en este «estar atentos»:

1. No tenemos televisiones en las habitaciones. De las dos que tenemos, las dos están en lugares públicos y abiertos de la casa, de modo que cualquiera que pasa por ahí, puede ver sin dificultad lo que se está viendo en la televisión. Una está conectada a la señal y la otra, sólo la usamos para ver vídeos. Esta simpleza, purifica también la selección que los adolescentes hacen de sus programas, pues saben que en cualquier momento puede pasar por ahí alguno de sus hermanos pequeños y, ellos mismos se dan cuenta, si les tienen que decir a sus hermanos que se vayan, que lo que están viendo no es tampoco bueno para ellos.

2. No está permitido ver la televisión recostados o acostados. Esto es sólo un símbolo, que los hace recordar que la televisión dice muchas mentiras y, por lo tanto, deben mirarla con precaución, estando en guardia, sentados de manera erguida, hacia los mensajes que quieren introducir en su cerebro.

3. Las computadoras también están en un lugar abierto de la casa, a la vista de todo el mundo. Esto evita tentaciones innecesarias en los adolescentes, que, sin poder evitarlo, son bombardeados diariamente por anuncios pornográficos.

Lo demás, lo hacemos de manera natural, sin grandes formalismos. Nos sentamos con ellos a ver algunos programas y les hacemos preguntas sencillas que los hacen darse cuenta de los anti-valores que se están promoviendo. También les hacemos ver, de manera natural, la falsedad y materialismo que se promueven en los anuncios publicitarios, haciendo un poco de burla hacia sus mensajes, que pretenden ofrecer la felicidad completa con la adquisición de ciertos productos.

Por otro lado, reconocemos la riqueza que pueden obtener de los medios de comunicación y les fomentamos por todos los medios la lectura, la investigación en Internet, el uso de programas de software educativo. De hecho, el filtro que utilizamos para la red, es únicamente la formación de una conciencia recta en nuestros hijos. Sus ojos son el filtro que se da cuenta de que lo que les ofrecen está mal y todos, han aprendido a cerrar de inmediato las ventanas con mensajes nocivos y, principalmente, a cerrar los ojos y el alma para evitar ser contaminados.

Es un trabajo de todos los días, que no se puede descuidar, porque los ataques son continuos.

–Usted es directora de Catholic.net, uno de los portales católicos más grandes y con más alcance en el mundo hispanohablante. ¿Cómo nació esta iniciativa?

–Lucrecia Rego de Planas: Catholic.net fue fundado en inglés en 1995 por el señor James Mulholland, ofreciendo una puerta de acceso a los principales sitios católicos y colocando al alcance del usuario una gran cantidad de servicios: informativos, documentos de la Iglesia, biblioteca, directorios de diócesis, grupos, movimientos, etc.

En las puertas del tercer milenio nació Catholic.net en español, el 29 de junio del 2000, en la festividad de San Pedro y San Pablo como una iniciativa de la RIIAL en unión con la agencia de noticias Zenit, con el objetivo de unir los esfuerzos de todos los católicos en la red y de lograr hacer un sitio que sirviera como punto de referencia para el mundo católico, garantizando la calidad moral y doctrinal de sus contenidos.

A lo largo de estos años, se han ido uniendo a nuestro esfuerzo, cientos de pequeñas páginas web de parroquias, congregaciones, movimientos e instituciones católicas, que convirtiéndose en «miembros de Catholic.net», por la calidad de sus contenidos y su fidelidad al Magisterio, nos ofrecen la oportunidad de difundir ampliamente la riqueza de sus contenidos y obtienen el derecho a utilizar los nuestros, para darles un mejor servicio a sus visitantes. Al día de hoy suman más de 2000 aliados y tenemos más de 20.000 páginas interiores que son visitadas por más de 300.000 personas cada mes.

Cuento con un pequeño, pero realmente extraordinario equipo de trabajo y para nosotros, ha sido una experiencia maravillosa, ver cómo se han ido uniendo a nuestra tarea, muchísimas personas que llegan al portal y nos brindan sus materiales y servicios de una manera desinteresada. Podemos decir, con toda seguridad, que tenemos el mejor servicio de consulta en línea de la red, pues contamos con la ayuda de más de 80 expertos en las diferentes áreas de la consultoría: espiritual, doctrinal, psicológica, familiar, juvenil, vocacional, sacerdotal, etc. Y nuestros consultores son todos, personas de primera categoría, con gran formación, un gran amor a Jesucristo y una remarcable fidelidad al Magisterio de la Iglesia y al Santo Padre.

–¿Qué ofrece Catholic.net a las familias?

–Lucrecia Rego de Planas: Contamos con un espacio dedicado a las familias, en el que publicamos de manera periódica, contenidos formativos y de actualidad, acerca de los principales problemas en el matrimonio, la comunicación en la pareja, el valor de la vida, la educación de los hijos y procuramos siempre, en todos ellos, promover la figura de la familia como iglesia doméstica.

Contamos con un extraordinario Consultorio Familiar en línea, en el que nos ayudan muchas personas de renombre internacional en la asesoría matrimonial y familiar, caracterizados todos por su fidelidad al Magisterio de la Iglesia.

También contamos con un espa
cio dedicado a la familia en nuestros Foros de discusión, en donde nuestros visitantes, tienen la oportunidad de expresar de manera abierta sus inquietudes personales o sus proyectos apostólicos acerca del matrimonio y la familia.

Para lograr estos resultados, hemos tenido el apoyo de varias personas que de manera individual nos apoyan, como el señor Alfonso Aguiló, el padre Jorge Loring, el padre Alfonso López Quintás y el padre Michael Ryan, entre otros; además de numerosos movimientos e instituciones con apostolados de la familia, como la Universidad de Navarra, representada por su capellán, el padre Luis de Moya, el Instituto Juan Pablo II para las familias, Encuentros Conyugales, Equipos de Nuestra Señora, Familia educadora en la fe, Cursillos de Cristiandad, las Comisiones de Pastoral familiar de varias diócesis y muchos más.

–El arzobispo John P. Foley, presidente el Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales, al anunciar el tema para la próxima jornada comentaba que el Papa es consciente de que los medios pueden «educar e inspirar a las familias, pero también conoce la influencia negativa de los medios en la vida familiar a través del materialismo y e incluso de la difusión de la pornografía y la violencia». ¿Qué podemos hacer los católicos para que los grandes medios respeten la dignidad del hombre y contribuyan a una sociedad auténticamente cristiana y humana?

–Lucrecia Rego de Planas: Estoy segura de que si a todos los católicos, se nos quitara el miedo de mostrarnos «orgullosamente católicos», podríamos conseguir que las empresas de medios y los legisladores de los países nos apoyaran para mantener la limpieza de los medios de comunicación. Somos muchos y, si nos unimos todos para exigir un respeto a los valores familiares en todos los medios, no podría nadie frenarnos.

Desgraciadamente vemos que la realidad es otra. La mayoría de los católicos han preferido ver el espectáculo «desde las gradas» dejando solos a unos cuantos valientes, que se han atrevido a reclamar y exigir y han sido víctimas de burlas, ataques y escarnios por ser una minoría.

Si todos los empresarios católicos, los científicos católicos, los juristas católicos, los educadores católicos, los padres de familia católicos, se atrevieran a mostrarse «orgullosa y normalmente católicos» ante los medios y se atrevieran a defender con convicción los valores familiares y religiosos… los medios que ahora nos atacan, no tendrían nada que hacer, pues no tendrían quién patrocinara sus campañas, ni tendrían votos en las asambleas legislativas.

Tenemos que cambiar, poco a poco, esa mentalidad de «apocamiento» que tiene muchos católicos y crear una cultura en la que las personas vivan su fe, no sólo cuando van a la Iglesia, sino en todos los medios en que se mueven y sirvan como fermento para crear una nueva cultura a nivel internacional, en la que no se permita la violación a los derechos fundamentales del hombre.

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ZENIT Staff

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