ROMA, 6 octubre 2003 (ZENIT.org).- La canonización de Daniele Comboni de este domingo constituye para los Misioneros Combonianos del Corazón de Jesús, que él fundó en 1867, una manera de volver a proponer al mundo de hoy su mensaje revolucionario, según explica el nuevo superior de la congregación religiosa.

El padre Teresino Serra, de 66 años, elegido nueve días antes de la canonización por el capítulo general, explica que «la auténtica actualidad» del nuevo santo es la de ser «un hombre que se anamoró de un pueblo», África, «y dio su vida por este pueblo».

Daniele Comboni (1831-1881), italiano, primer obispo de África Central, considerado como uno de los más grandes evangelizadores de la historia del continente africano, acuñó el lema «Salvar África por medio de Africa».

«Fue un hombre que se dejó guiar por Dios, diría que fue un nuevo Moisés. Dios dijo a Moisés: he escuchado el grito de mi pueblo, he visto su sufrimiento, me he inclinado, ayúdales», añade.

El padre Serra, nacido en Berchidda, en la provincia italiana de Sassari, ha desempeñado su servicio misionero Kenya y en México.

El nuevo superior de los combonianos, en declaraciones a «Radio Vaticano», se plantea tres objetivos: «El primero es volver a los orígenes del carisma, es decir, a ser algo más fieles a lo que decía Comboni: amad, amad al pueblo, que es pueblo de Dios».

Como segundo objetivo, el sacerdote propone a los combonianos «una nueva visión, un nuevo modo de evangelización. Nuevo quiere decir volver a la letra del Evangelio».

Por último, insiste en ser «una familia, en obediencia total a la Iglesia».

La Congregación de los Misioneros Combonianos del Corazón de Jesús cuenta hoy con 2.250 religiosos y novicios de los que 1.316 son sacerdotes. Daniele Comboni fundó, además, la Congregación de las Hermanas Combonianas.