El sari, en India, es un vestido muy utilizado, y las mujeres de familia rica llegan a gastar grandes cantidades de dinero en algunos de ellos. El valor del sari de las hijas de la Madre Tersa, sin embargo, está en las manos que lo confeccionan.
Todos sus saris son realizados por enfermos en el centro de acogida de leprosos «Prem Nivas», en en Titaghar, en el norte de Calcuta. El centro fue inaugurado el 14 de enero de 1959 y a partir de 1975 está dedicado a Gandhi.
Quien trabaja en el telar de Titaghar ha sido curado de la lepra, pero la enfermedad ha marcado profundamente su cuerpo y su alma. Esto es lo que da un valor inestimable a estos saris, explican las religiosas de la Madre Teresa.