Juan Pablo II pide a cada cristiano intensificar los esfuerzos por la unidad

En su homilía ante el Patriarca ecuménico ortodoxo Bartolomé I

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CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 30 junio 2004 (ZENIT.org).- Ante el Patriarca Ecuménico de Constantinopla Bartolomé I –«primus inter pares» de la ortodoxia–, Juan Pablo II pidió el martes el esfuerzo de todos los cristianos para que se apresure el día en que se realice la unidad plena.

Fue su exhortación en la Eucaristía que presidió por la solemnidad de San Pedro y San Pablo –patronos de Roma– en la plaza de San Pedro del Vaticano, en una celebración a la que invitó al Patriarca Bartolomé I, junto a quien pronunció la homilía y rezó la común profesión de fe.

La fiesta giró también en torno al cuadragésimo aniversario del histórico abrazo que el Papa Pablo VI y el Patriarca Ecuménico Atenágoras I se intercambiaron en Jerusalén en enero de 1964, un encuentro que representa «un desafío para nosotros», manifestó Juan Pablo II en su homilía.

Para el Papa, ese «conmovedor gesto» «indica el camino –“ciertamente no fácil, ni privado de obstáculos”– del recíproco redescubrimiento y reconciliación», y ofrece la fuerza «para superar todo malentendido y dificultad, para consagrarnos sin descanso a este compromiso de unidad».

En la profesión de fe de Pedro –«Tu eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo» (Mt 16, 16)– «se afirma el fundamento seguro de nuestro camino hacia la plena comunión». Y es que si «queremos la unidad de los discípulos de Cristo, debemos recomenzar desde Cristo», advirtió el Santo Padre.

Y «creer en Cristo significa creer en la unidad», subrayó citando la Carta encíclica sobre el empeño ecuménico «Ut unum sint».

De ese «ardiente deseo de Cristo» (Cf. Jn 17, 11.21) «surge nuestro empeño de comunión» –aclaró el Papa–, que no se trata «de una vaga relación de buena vecindad, sino del vínculo indisoluble de la fe teologal por el que estamos destinados no a la separación, sino a la comunión».

«Deseo hoy expresar el deseo de que todos los cristianos intensifiquen cada uno por su parte, los esfuerzos a fin de que se apresure el día en que se realice plenamente el deseo del Señor», dijo Juan Pablo II.

«¡Que la conciencia no nos reproche haber omitido los pasos, haber descuidado las oportunidades, no haber intentado todos los caminos!», recalcó.

Sabiendo que «la unidad que buscamos es ante todo don de Dios», también «somos conscientes, sin embargo, de que el apresuramiento de la hora de su plena realización depende también de nosotros, de nuestra oración, de nuestra conversión a Cristo», indicó.

Por ello hizo hincapié en el «irrevocable» compromiso asumido por la Iglesia católica con el Concilio Vaticano II en el Decreto «Unitatis redintegratio» «> sobre el ecumenismo.

En el documento «se afirma solemnemente que la promoción de la unidad entre todos los cristianos es uno de los principales objetivos del Concilio, y que a favor de ella deben orientarse los esfuerzos de las instituciones y de las comunidades eclesiales», explicó el Papa el domingo pasado antes de rezar el Ángelus.

Por su parte, el Patriarca Bartolomé I confirmó el martes en su homilía: «Nuestra presencia hoy y aquí expresa con toda evidencia nuestro sincero deseo de eliminar todos los obstáculos eclesiales que no sean dogmáticos o esenciales».

Igualmente quiso recalcar que la unidad de las Iglesias «no es una unión mundana», sino «una búsqueda espiritual cuyo objetivo es vivir juntos la comunión espiritual con la persona de Nuestro Señor Jesucristo».

Un apretado programa tiene aún por delante el Patriarca Bartolomé I en Roma. Este miércoles tienen lugar las tradicionales conversaciones bilaterales entre la Santa Sede y el Patriarcado, previstas con ocasión del intercambio de delegaciones en las fiestas patronales de las dos sedes, san Andrés en noviembre y san Pedro y san Pablo en junio.

Además, Bartolomé I recibirá una condecoración de la Ciudad de Roma y después será recibido por la Comunidad de San Egidio en la Iglesia encomendada a su patrono, san Bartolomé.

El jueves, el patriarca ortodoxo tendrá un encuentro con Chiara Lubich, fundadora del movimiento de los Focolares –fuertemente comprometido con el diálogo ecuménico e interreligioso–, confirma la agencia «Sir» del episcopado italiano.

Además presidirá la inauguración del uso litúrgico de la iglesia de San Teodoro en el Palatino, que el cardenal Camillo Ruini, vicario general para la diócesis de Roma, ha confiado por deseo expreso del Papa a la comunidad greco-ortodoxa de Roma para sus celebraciones litúrgicas y para la pastoral

Tras la celebración, el Patriarca se encontrará de nuevo con Juan Pablo II durante una comida fraterna en el Palacio Apostólico, en la que también participarán los miembros del séquito. El 2 de julio a mediodía Bartolomé I partirá hacia Estambul.

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ZENIT Staff

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