CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 6 julio 2005 (ZENIT.org).- Benedicto XVI dio la bienvenida este miércoles en la plaza de San Pedro a la Antorcha Benedictina de la Paz y deseó que la peregrinación de esta llama recuerde a Europa sus valores cristianos.
En su trigésima peregrinación anual, la antorcha había llegado en la noche anterior a Roma procedente en esta ocasión desde Moscú, adonde había llevado al patriarca Alejo II y a toda la Iglesia ortodoxa rusa el mensaje de solidaridad y fraternidad de san Benito de Nursia.
La trajo al Vaticano el obispo de Spoleto-Nursia, monseñor Riccardo Fontana, acompañado por peregrinos.
Como el mismo pontífice explicó, al final de la audiencia general, la Antorcha «ha hecho etapa en Alemania, en el monasterio de Ottobeuren y en Marktl am Inn, donde nací».
«Como simbólico signo de paz, hoy se detiene ante las tumbas de los apóstoles, y proseguirá después hasta Nursia», añadió.
«Que esta sugerente iniciativa suscite un compromiso cada vez más generoso para testimoniar en Europa los valores cristianos», deseó el Papa.