CIUDAD DEL VATICANO, viernes, 29 julio 2005 (ZENIT.org).- Benedicto XVI rezará en especial en el mes de agosto «para que la Jornada Mundial de la Juventud –a la que él mismo acudirá– suscite o reavive en los jóvenes el deseo de encontrarse con Cristo y de hallar en Él la guía de su vida».
Así lo anuncia la intención general del Apostolado de la Oración, que el Santo Padre asume como propia para ofrecer sus oraciones y sacrificios junto a miles de laicos, religiosos, religiosas, sacerdotes y obispos del mundo entero.
La intención del Papa para el mes que viene traza la esencia de estas grandes celebraciones de fe y fiesta en la que participan jóvenes de todo el mundo desde que en 1986 Juan Pablo II dio origen a esta iniciativa, que había empezado a gestarse dos años antes.
Además sintetiza el lema de la XX edición de la JMJ, que acogerá la ciudad alemana de Colonia del 16 al 21 de agosto: «Hemos venido a adorarle – Iesus Christus» (Mt 2,2).
«Es un tema -explicaba Juan Pablo II- que permite a los jóvenes de cada continente recorrer idealmente el itinerario de los Reyes Magos, cuyas reliquias se veneran según una pía tradición precisamente» en Colonia «y encontrar, como ellos, al Mesías de todas las naciones» (Cf. Zenit, 26 agosto 2004).
El fallecido Papa recordaba también: «La invitación a participar en la Jornada Mundial de la Juventud es también para vosotros, queridos amigos que no estáis bautizados o que no os identificáis con la Iglesia. ¿No será que también vosotros tenéis sed del Absoluto y estáis en la búsqueda de «algo» que dé significado a vuestra existencia? Dirigios a Cristo y no seréis defraudados».
El propio logotipo elegido para el evento expresa que en el centro de la Jornada Mundial de la Juventud radica el encuentro con Cristo.
Los organizadores de la próxima edición explican que la JMJ es la peregrinación de los jóvenes y una celebración de encuentro y solidaridad. El objetivo de la JMJ es proseguir con el interés principal de Juan Pablo II: la nueva evangelización, que también esta destinada a los jóvenes.
Durante las JMJ los jóvenes tienen la posibilidad de descubrir «el joven y actual misterio de la Iglesia» (Juan Pablo II) a través de la experiencia comunitaria en la peregrinación, la oración y la celebración de la Misa.
A través de otras propuestas para los participantes y de la catequesis ofrecida por los obispos y jóvenes de todo el mundo en sus respectivos idiomas, se pone en manifiesto la dimensión y el carácter polifacético de la Iglesia universal.
La JMJ se celebró por primera vez de manera oficial el Domingo de Ramos de 1986 en Roma. En 1987 y a continuación por regla general cada dos años, se organiza la JMJ en algún lugar determinado del mundo. En los otros años se celebra la JMJ el Domingo de Ramos en Roma y en las diócesis en todo el mundo. Millones de jóvenes se han ido sucediendo en estos encuentros, que giran en torno a un lema propio cada vez.
Historia de la Jornada Mundial de la Juventud, logotipo, himno, programa, inscripciones y mucho más en la página oficial de la XX JMJ (www.wjt2005.de) y de la Santa Sede (www.vatican.va).
Todos los meses, el Papa reza además por una intención misionera, que para agosto dice así: «Por los sacerdotes, los consagrados y consagradas, los seminaristas y los fieles laicos de los países de misión dedicados a completar su itinerario formativo en Roma, para que su permanencia en la «Ciudad Eterna» sea ocasión de enriquecimiento espiritual».