Los dos sacerdotes son el padre Wang Xhou Fa, y el padre P. Paulus Shao Gu Min. Han sido detenidos por la policía de Wenzhou, ciudad en la que viven. La policía no ha confirmado la información y no es posible confirmar si su detención está relacionada con la entrevista ofrecida al semanario.
Los dos sacerdote ya han pasado largos períodos de presión en el pasado, según informa «Eglises d’Asie», la agencia de las Misiones Extranjeras de París: el padre Wang transcurrió 15 años en un campo de trabajo, y el padre Shao Gu Min fue detenido durante 18 meses entre 1999 y 2000.
La detención tiene lugar después de que el 27 de octubre un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de la República Popular China reconociera que la Constitución del país garantiza la libertad de religión a los ciudadanos, en respuesta a los deseos del cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado, de reanudar relaciones estables entre Roma y Pekín.
El portavoz ministerial declaró el «deseo sincero» del gobierno de mejorar las relaciones con el Vaticano.