ROMA, lunes 1 de marzo de 2010 (ZENIT.org).- El cardenal Ennio Antonelli, presidente del Consejo Pontificio para la Familia, evocó la importancia de reconocer económicamente el trabajo doméstico y de crear facilidades financieras y profesionales para animar a las familias.
El prelado habló sobre el tema “familia y empresa, células vitales de la sociedad”, en una reunión de la Unión católica de empresarios y ejecutivos (UCID) en Roma.
Sus propuestas fueron recogidas el viernes 26 de febrero por la edición diaria en lengua italiana de L’Osservatore Romano.
Durante su intervención, el cardenal italiano destacó que “el trabajo doméstico merece un reconocimiento económico”.
También dijo que “las familias numerosas merecen reducciones especiales y facilidades financieras”.
Para ilustrarlo, puso el ejemplo de Francia y Alemania, donde “las familias con tres niños pagan dos o tres mil euros menos”.
El cardenal Antonelli afirmó que “el trabajo de la mujer y la procreación de los niños son compatibles”.
Invitó a desarrollar servicios para las familias: para los niños, guarderías familiares, de barrio, de empresa; para las personas mayores y discapacitadas, servicios de asistencia”.
Pero también señaló la importancia de ofrecer a las mujeres “variedad de oportunidades en el trabajo profesional: tiempo partido, teletrabajo, flexibilidad de horarios y vacaciones”.
Ante los miembros de la UCID, el presidente del Consejo Pontificio para la Familia también llamó la atención sobre los efectos negativos de la falta de la figura paterna que repercute en toda la sociedad.
Según el cardenal Antonelli, entre las causas principales se encuentran “la evolución del trabajo que lleva fuera de casa a los dos padres” y sobre todo “la presencia femenina cada vez más importante en el mundo del trabajo”.
La autorealización buscada por la mujer en su trabajo, su carrera y el éxito social tiene como precio la renuncia al matrimonio y a los hijos”, deploró.
El cardenal Antonelli también denunció la ideología de género, para la cual no cuenta el sexo biológico, sino la orientación que cada uno elige libremente, se construye y cambia según sus deseos.