MURCIA, 10 de noviembre de 2005 (ZENIT.org–Veritas).- La relación entre la Eucaristía y las formas de piedad popular, entre ellas el arte, fueron algunos de los temas tratados durante las conferencias que impartieron este miércoles por la noche los ponentes del Congreso Eucarístico Internacional Universitario que se está celebrando en la Universidad Católica San Antonio de Murcia.
Guzmán Carriquiry, subsecretario del Consejo Pontificio para los Laicos y miembro del Comité Pontificio para los Congresos Eucarísticos Internacionales, presidió la conferencia celebrada en la parroquia de San Andrés.
En su intervención, con el tema «Eucaristía y religiosidad popular», destacó que «en la cumbre de toda manifestación de fe se encuentra la liturgia, realización del encuentro pascual, encuentro que supone el sacrificio eucarístico».
Siguiendo esta línea, Guzmán Carriquiry expresó que «toda manifestación de piedad popular ha de estar de acuerdo con la Sagrada Liturgia y derivar de ella» y destacó que «muchas veces se ha sufrido un rechazo a las cofradías, cuando la apuesta debe ser darles calor pastoral, aprovechar su tradición».
Entre los objetivos fundamentales del Consejo Pontificio para los Laicos, se encuentra, explicó «la búsqueda en la Liturgia de su fin de vivir el Misterio de Cristo y reemprender un renovado movimiento de ensalzar la liturgia» y el «alentar las formas de piedad popular orientadas a la liturgia», todo con el fin «de abrir las puertas a Cristo y recomenzar desde Cristo».
Por su parte, el cardenal López Trujillo, presidente del Pontificio Consejo para la Familia en la Santa Sede, presidió la eucaristía en la parroquia de la Santísima Trinidad de San Pedro del Pinatar (Murcia).
En el templo se reunieron cerca de mil personas, la mayor parte familias, niños y jóvenes de todas las edades, miembros del Camino Neocatecumenal. Durante la homilía, el Cardenal aseveró que «la familia nunca es más familia que cuando se reúne en torno a la Palabra de Vida de la Eucaristía». El prelado se refirió a las familias presentes como «piedras vivas en la construcción permanente de la Iglesia».
Asimismo, incidió en la importancia de la transmisión de fe de padres a hijos, pues, afirma que «los padres son los primeros y principales evangelizadores».
Por otro lado, el cardenal López Trujillo aseguró que «el mundo actual tiene una necesidad absoluto de la Palabra de Dios y de la auténtica experiencia del Amor». Por ello, señaló que «el mejor regalo que los padres pueden hacer a sus hijos es la seguridad de Cristo, fundamento de la familia».
La iglesia de la Caridad, por su parte, acogió la conferencia y posterior Eucaristía del cardenal Nicolás de Jesús López, arzobispo de Santo Domingo y primado de las Américas, titulada «Eucaristía, fuente de renovación social», a la que asistieron alrededor de 400 personas.
«El magisterio de los Santos Padres es muy importante por su acción entre la Eucaristía y la sociedad» porque «la Eucaristía es caridad y la historia de la Iglesia ha sido fecunda en obras de caridad», afirmó el prelado y añadió que «debemos extender la caridad a todo el mundo porque existe una enorme pobreza ante la mirada pasiva de todo el mundo.
En su reflexión sobre la dimensión social de la Eucaristía, monseñor Nicolás de Jesús López, aseguró que «si la vida cristiana se basa en el amor al prójimo, este amor encuentra su fuente en el Santísimo Sacramento, el sacramento del hombre».
Los participantes en el Congreso participaron también en conferencias de monseñor Jaume Pujol, arzobispo de Tarragona (Basílica de a Purísima Concepción de Yecla), monseñor Fabio Duque, obispo de Armenia (Colombia) (parroquia de Nuestra Señora de las Maravillas de Cehegín), monseñor Francisco Gil Hellín, arzobispo de Burgos (parroquia de San Juan Bautista de Beniaján), y en la capital murciana, monseñor José Manuel Estepa, obispo de Teruel (parroquia de San Nicolás), monseñor Victorio Oliver, obispo de Orihuela-Alicante (parroquia de San Juan Bautista), y monseñor Javier del Río, obispo auxiliar de Perú (parroquia de San Pablo).