Por el padre John Flynn, L. C.

ROMA, domingo 15 de mayo de 2011 (ZENIT.org). – El último informe sobre libertad religiosa no da pie a la alegría. En el breve espacio entre las celebraciones de Pascua y la beatificación de Juan Pablo II, la Comisión sobre Libertad Religiosa Internacional de Estados Unidos (USCIRF) publicaba, el 28 de abril, su informe anual 2011.

Aunque eclipsado por las relevantes sucesos de los últimos días, el informe añadía Egipto a la lista de países que recomienda a la Secretaria de Estado que sean considerados "países de preocupación especial" (CPCs).

Estos CPCs son países que presentan violaciones sistemáticas y graves de la libertad religiosa. Otras naciones que están en la lista de CPCs son Birmania, China, Eritrea, Irán, Irak, Nigeria, Corea del Norte, Pakistán, Arabia Saudita, Sudán, Turkmenistán, Uzbekistán y Vietnam.

"En el caso de Egipto, desde el informe del año pasado, han aumentado de modo dramático los casos de graves violaciones de la libertad religiosas cometidas o toleradas por el gobierno, con violencia, incluyendo asesinatos, contra los cristianos coptos y otras minorías religiosas", afirmaba el presidente del USCIRF, Leonard Leo.

Esta violencia ha continuado después de que en febrero dimitiera de su cargo el presidente Hosni Mubarak, añadía.

Durante años, indicaba el informe, el gobierno egipcio ha permitido que se extienda la discriminación contra las minorías religiosas. Se ven afectados no sólo los coptos sino también los wahabitas y los musulmanes disidentes. Además, los medios controlados por el estado publican con regularidad material que difama a los judíos.

La discriminación contra los coptos es evidente cuando se trata de las élites gobernantes, observaba el informe. En las fuerzas armadas hay muy pocos cristianos en los estamentos superiores.

De 28 gobernadores sólo hay uno cristiano, y sólo uno ha sido elegido miembro del parlamento de un total de 454 escaños. No se sabe que haya rectores o decanos universitarios, y muy pocos jueces.

Lo peor

En la sección del informe dedicada a las peores violaciones cometidas por los CPCs, el gobierno de Birmania es identificado como uno de los que más quebrantan los "derechos humanos del mundo".

Las autoridades controlan todas las organizaciones religiosas y, según el USCIRF, utilizan la violencia contra los líderes y comunidades religiosas, especialmente en las zonas de minorías étnicas.

Esto lo padecen monjes budistas y musulmanes, minorías étnicas e iglesias hogar protestantes.

El informe acusaba también a China de restringir con severidad las actividades de los grupos religiosos no registrados o de aquellos que las autoridades consideran que son una amenaza para la seguridad nacional.

Los budistas tibetanos y los musulmanes figures son especial y rigurosamente controlados por el gobierno que supervisa la selección del clero, prohíbe las reuniones religiosas y restringe la distribución de literatura religiosa, entre otras medidas.

USCIRF eleva a 500 el número de protestantes, no registrados, detenidos por las autoridades el año pasado.

Los católicos también están en la línea de fuego, con docenas de miembros del clero que siguen detenidos o en arresto domiciliario. El informe citaba información del Congressional Executive Committee on China, que estima que al menos 40 obispos católicos están presos o detenidos por las autoridades, o han desaparecido.

El informe comentaba que el año pasado se han intensificado los esfuerzos del gobierno para ejercer el control de la Iglesia católica. Una de las medidas ha sido la ordenación de un obispo sin la aprobación del Vaticano y la elección de obispos, no aprobada por Roma, para puestos de dirección en la Iglesia patriótica, aprobada por el gobierno.

Pekín, añadía el informe, sigue también prohibiendo al clero católico comunicarse con el Vaticano.

Oriente Medio

Muchas naciones de Oriente Medio están en la lista CPC. Irán, por ejemplo, sigue violando la libertad de creencias. El informe acusaba al gobierno de utilizar medidas extremas, como la tortura y las ejecuciones.

Durante el último año, señalaba el informe, la situación de la libertad religiosa se ha deteriorado aún más, sobre todo para las minorías religiosas de wahabitas, cristianos y musulmanes sufíes. Los judíos también sufren, al intensificarse el ambiente de antisemitismo y las repetidas negaciones del holocausto.

El informe afirmaba que, el año pasado, las detenciones y el acoso contra los musulmanes sufíes han aumentado de modo significativo. Esto ha llegado hasta el punto que, si se sabe que un estudiante en la universidad es musulmán sufí, suele ser expulsado.

Los cristianos sufren la interrupción de los servicios religiosos y el acoso a los líderes de la Iglesia, según el USCIRF. Desde junio del año pasado más de 250 cristianos han sido arrestados de modo arbitrario, añadía el informe.

En el vecino Iraq, las minorías religiosas siguen siendo víctimas de la violencia y la intimidación, con poca protección eficaz por parte del gobierno, señala el informe.

A final de 2010, un aumento en los ataques contra los cristianos de Iraq ha llevado a una nueva ola de refugiados cristianos.

Se cree que la mitad de la comunidad cristiana iraquí de antes del 2003 ha abandonado el país, estimaba el documento. En el 2003 había probablemente entre 800.000 y 1.400.000 miembros de diversas iglesias católicas y ortodoxas. Actualmente este número se estima en 500.000.

Según el USCIRF, el año pasado Arabia Saudita ha seguido manteniendo una situación de violaciones sistemáticas de la libertad religiosa.

Está prohibida toda forma de expresión pública religiosa que no esté aprobada por la interpretación sunní del islam seguida por el gobierno. No se permiten lugares de culto no musulmanes en el país.

El informe explicaba que el gobierno saudí utiliza el acusar de penas de apostasía y blasfemia para suprimir cualquier discusión y debate y para silenciar a los disidentes. También se usan las acusaciones de hechicería y brujería contra los musulmanes que no siguen la interpretación oficial del islam.

El informe observaba también que los libros de texto escolares siguen defendiendo la intolerancia y la violencia.

Independencia

Volviendo a Sudán, el informe consideraba una victoria el éxito del referéndum del pasado enero que dio el visto bueno a la independencia del sur del Sudán. Esto significa que la población del sur, compuesta sobre todo de cristianos y animistas, podrá liberarse de los intentos del gobierno del norte de imponer el islam a todo el país.

El gobierno de Jartum ha intentado imponer la ley de la shariah a todo el Sudán y ha hecho que la conversión del islam se considere delito. No se permite a los no musulmanes que expresen en público su fe y se enfrentan a graves dificultades para lograr un permiso para construir iglesias. En contraste, las autoridades subvencionan la construcción de mezquitas.

Otro país africano que suscita preocupación es Nigeria. Según el informe, desde 1999 cerca de 13.000 nigerianos han sido asesinados por conflictos violentos entre musulmanes y cristianos.

Además algunos estados del norte han incluido la ley de la shariah en sus códigos penales.

Incluso antes de la introducción de la shariah los cristianos en los estados del norte de Nigeria se quejaban de la discriminación sufrida de los gobiernos estatales musulmanes.

Se niegan los permisos para construir o reparar iglesias. No hay acceso a la educación, y no se proporciona enseñanza de la religión cristiana en los colegios públicos. No hay programas religiosos cristianos en los medios estatales, y pocas oportunidades de trabajar en los organismos oficiales.

Pakistán no escapa a la atención del informe, sobre todo tras los importantes asesinatos de Shahbaz Bhatti, un cristiano que era Ministro de Pakistán para Asuntos de las Minorías y defensor de la libertad de religión, y del gobernador del Punjab, Salman Taseer, quien, aunque musulmán, se mostraba crítico con las leyes del país contra la blasfemia.

Estas leyes, explicaba el informe, mezcladas con otras disposiciones legislativas "han creado una atmósfera de violento extremismo y sospecha".

La violencia de motivación religiosa es algo crónico, señalaba el informe, y las autoridades no consiguen proteger a las minorías y, posteriormente, no se lleva a los culpables ante la justicia.

Los CPCs no son los únicos países analizados en el informe. El USCIRF también tiene una lista de supervisión, con países con violaciones importantes de la libertad religiosa. En esta lista están incluidos Afganistán, Bielorrusia, Cuba, India, Indonesia, Laos, Rusia, Somalia, Tayikistán, Turquía y Venezuela.

"La promoción de la libertad religiosa debe ser un aspecto central de la planificación de la política exterior de Estados Unidos", pedía el informe. Una recomendación que podrían seguir otros países.