ROMA, martes 31 de mayo de 2011 (ZENIT.org).- La música sacra tiene que llevar a vivir algo de trascendente, diversa de la completa banalidad de los cantos que no se adaptan a la oración y que son simplemente ruido.

Así lo afirma el cardenal Zenon Grocholewski, prefecto de la Congregación para la Educación Católica y gran canciller del Pontificio Instituto de Música Sacra, en una entrevista concedida a ZENIT con motivo del Congreso Internacional celebrado recientemente en Roma por el centenario del Instituto.

- ¿Cómo se armoniza la música sacra con las nuevas tendencias?

Cardenal Grocholewski:El problema no es fácil, se trata por una parte unir la tradición de la Iglesia, y por otra, de dar posibilidades a las nuevas contribuciones musicales. Por ello Pío X fundó el Instituto, para estudiar la problemática. Aquí estudian personas de todo el mundo para formar a la gente y sensibilizarla sobre el papel de la música sacra.

- ¿Cómo se integra la música sacra en la liturgia?

Cardenal Grocholewski:La música sacra es parte integrante de la liturgia y por lo tanto tiene que ser una oración que expresa este momento. No es un accesorio, es algo esencial. En este congreso en el que hablaron más de cien personas de los más variados ambientes, dieron una contribución para entender como conciliar la tradición con elementos nuevos que podemos agregar.

Hoy observamos una completa banalidad de estos cantos que no se adaptan a la oración, che son simplemente ruido. La liturgia necesita también de silencio.

Por otra parte, el canto es oración coherente con lo que se sucede con la eucaristía. En realidad en el pasado grandes músicos realizaron composiciones estupendas referentes a la misa, como Giovanni de Palestrina. Todos hicieron muchas cosas estupendas aptas a la oración.

- ¿Hoy sería quizás necesario volver a tener un poco más de música sacra en las iglesias?. 

Cardenal Grocholewski:Sí, habría que reforzar la comprensión de la música sacra. Hay nuevas composiciones, muchas veces las he oído en las iglesias, completamente nuevas pero muy bellas.

Por ejemplo el año pasado estuve en Marsella, donde había celebrado para unos juristas en una iglesia que había estado destinada a la demolición porque no habían fieles.

Llegó un nuevo sacerdote y, hoy en día, los domingos está repleta. Entre otras cosas por su canto y oración. Son sus composiciones. Este sacerdote antes de entrar en el seminario cantaba en los cabaret de París, después fue se convirtió y se ordenó sacerdote.

Y tengo que decir que me he quedado fascinado de como sus composiciones expresan la oración. Esto es oración y esa iglesia se llena.

A la salida le pregunté a la gente y muchos me decían que venían desde lejos “porque aquí se reza, el sacerdote predica y le entendemos, y hay una hermosa música”.

- Usted habló de sacralidad. ¿Qué es la sacralidad?

Cardenal Grocholewski:La sacralidad se expresa en la medida en la que se manifiesta la oración, en cuanto es nostalgia por algo, en la medida que expresa transcendencia. Pienso que sea muy importante. .Hoy por ejemplo algunas músicas modernas que escuchamos, digamos en televisión, no tienen nada de trascendental, son pura diversión sobre la tierra, no hay nostalgia de nada.

Claro, no es fácil de definir, no es una cosa física, material, si bien hay una sensibilidad en la Iglesia que sabe reconocer cuando una cosa es sacra o no lo es.

- En alguna oportunidad un prelado decía que la música en la liturgia nos lleva a vivir lo que será el Paraíso. ¿Qué nos da la música sacra?

Cardenal Grocholewski: Muchas cosas bellas sobre al música sacra escribió monseñor Ratzinger, antes de ser Papa. Ahora ha salido publicada una opera omnia de Ratzinger y en Italia salió un volumen justamente sobre la liturgia, con unas doscientas páginas sobe la música sacra. Tengo que confesar que son cosas muy bonitas. Con razón, Benedicto XVI subraya que la música sacra tiene que llevarnos a otro mundo, llevarnos a una nostalgia de lo trascendente.

No es solamente ruido, que nos saca fuera de la realidad. El Papa dice que cuando se pierde este horizonte trascendente de la vida humana, todo se reduce a lo terreno, mismo la música y la profundidad del pensamiento. La música tiene que abrir espacio a lo trascendental.

- Hay un cierto consenso en la Iglesia que el órgano es el instrumento más sacral, sin excluir los otros.

Cardenal Grocholewski:Pienso que sí, que cuando uno entra en una iglesia el órgano crea una atmósfera, da una cierta plenitud. En muchas iglesias modernas incluso importantes se busca conservar el órgano.

- A los párrocos especialmente más jóvenes le daría algún consejo?

Cardenal Grocholewski: Pienso que hay que sensibilizar la gente a la música sacra, aquella que es oración. Claramente en cada parroquia no es posible crear un lindo coro. Entre tanto es necesario sensibilizar a la gente sobre aquello que es la sacralidad del canto que se interpreta en la iglesia.