CIUDAD DEL VATICANO, domingo 22 de mayo de 2011 (ZENIT.org).- El Papa Benedicto XVI quiso unirse hoy a “la alegría de la Iglesia en Portugal por la beatificación de la madre María Clara del Niño Jesús, que se celebró ayer en Lisbora, y a la de la Iglesia en Brasil, donde hoy, en Salvador de Bahía, ha sido proclamada beata sor Dulce Lopes Pontes.
El Papa expresó públicamente su cercanía a ambos acontecimientos al saludar hoy a los peregrinos congregados en la Plaza de San Pedro para el rezo del Regina Caeli.
Se trata, subrayó, de “dos mujeres consagradas, en Institutos puestos ambos bajo la protección de María Inmaculada. ¡Sean alabados el Señor y su santa Madre!”.
En su saludo a los peregrinos de lengua portuguesa, el Papa observó que sor Dulce “dejó tras de sí una prodigiosa estela de caridad al servicio de los últimos, llevando a todo Brasil a ver en ella la 'madre de los desheredados'”.
También madre Clara “fundó las franciscanas hospitalarias de la Inmaculada Concepción, a las que enseñó a 'iluminar y dar calor' a la multitud de pobres y olvidados de la sociedad, viendo y acogiendo en ellos al verdadero Dios”.
Después, en los saludos en lengua italiana, el Papa dirigió un pensamiento especial a los miembros del “nutrido grupo” del Movimento per la Vita.
“Queridos amigos, me congratulo con vosotros, en particular por el empeño con que ayudáis a las mujeres que afrontan embarazos difíciles, a los novios y esposos que desean una procreación responsable; así actuáis de forma concreta por la cultura de la vida”, afirmó.