Caritas no es una ONG más, afirma Benedicto XVI

“Es un organismo eclesial, que comparte la misión de la Iglesia”

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CIUDAD DEL VATICANO, viernes 27 de mayo de 2011 (ZENIT.org).-Caritas no es una ONG ni su misiónes hacer mera filantropía, sino dar testimonio del amor de Dios a los hombres a través de la Iglesia.

Así lo afirmó hoy el Papa Benedicto XVI, al recibir en audiencia a los miembros de Caritas Internationalis, que han concluido su asamblea general en Roma con la elección de un nuevo secretario general.

Se trata de una reunión importante para este organismo eclesial, en la que se ha debatido sobre su carácter eclesial y su misión caritativa en el mundo.

Caritas Internationalis, subrayó el Papa, “esdistinta de otras agencias sociales porque es un organismo eclesial, que comparte la misión de la Iglesia”.

“Esto es lo que los Pontífices han querido siempre y esto es lo que vuestra Asamblea General debe afirmar con fuerza”, añadió, recordando que esta fue la voluntad de Pío XII al instituirla hace 60 años.

“Tras los horrores y devastaciones de la Segunda Guerra Mundial, el Venerable Pío XII quiso mostrar la solidaridad y la preocupación de toda la Iglesia ante tantas situaciones de conflicto y emergencia en el mundo”, recordó el Papa.

Responsabilidad del obispo

El Papa recordó a los presentes, “a diferencia de tantas instituciones y asociaciones eclesiales dedicadas a la caridad, las Caritas tienen un rasgo distintivo”, que es su identidad eclesial.

“Pese a la variedad de formas canónicas asumidas por las Caritas nacionales, todas son una ayuda privilegiada para los obispos en su ejercicio de la caridad”.

Esto, subrayó, “comporta una especial responsabilidad eclesial: la de dejarse guiar por los Pastores de la Iglesia”.

Además, “desde el momento que Caritas Internationalis tiene un perfil universal y está dotada de personalidad jurídica canónica pública, la Santa Sede tiene el deber de seguir su actividad”.

También debe “vigilar para que, tanto su acción humana y de caridad como el contenido de los documentos que difunde, estén en plena sintonía con la Sede Apostólica y con el Magisterio de la Iglesia, y para que se administre con competencia y de modo transparente”.

“Esta identidad distintiva es la fuerza de Caritas Internationalis, y es lo que hace su actividad particularmente eficaz”.

Por ello exhortó a los responsables de Caritas a una “estrecha colaboración con los Pastores de la Iglesia, responsables últimos de dar testimonio de la caridad”.

Misión de Caritas

El Papa quiso recordar a los presentes que esta identidad eclesial, este “estar en el corazón de la Iglesia; ser capaz en cierto modo de hablar y actuar en su nombre, en favor del bien común, lleva consigo particulares responsabilidades dentro de la vida cristiana, tanto personal como comunitaria”.

El testimonio de la caridad “para la Iglesia de nuestro tiempo” es “central”, explicó, pues a través de él “la Iglesia llega a millones de hombres y mujeres, haciendo posible que reconozcan y perciban el amor de Dios, que es siempre cercano a toda persona necesitada”.

Además, Caritas debe hacerse portavoz “de una sana visión antropológica, alimentada por la doctrina católica y comprometida en la defensa de la dignidad de cada vida humana”, dijo también a los presentes.

“Sin un fundamento trascendente, sin una referencia a Dios creador, sin la consideración de nuestro destino terreno, corremos el riesgo de caer en manos de ideologías dañinas”.

Un tercer aspecto de la misión de Caritas, agregó, es el de “favorecer la comunión entre la Iglesia universal y las Iglesias particulares, como también la comunión entre todos los fieles en el ejercicio de la caridad”.

En cuarto lugar, está llamada a “ofrecer su propia contribución para llevar el mensaje de la Iglesia a la vida política y social en el plano internacional”.

“En la esfera política – y en todas aquellas áreas que se refieren directamente a la vida de los pobres– los fieles, especialmente los laicos, gozan de una amplia libertad de acción”.

“Nadie puede, en materias abiertas a la discusión libre, pretender hablar ‘oficialmente’ en nombre de todos los laicos o de todos los católicos”, explicó el Papa, pero también es cierto que cada católico, “está llamado a actuar con conciencia purificada y con corazón generoso para promover de manera decidida aquellos valores que he definido a menudo como no negociables».

Caritas Internationalis “está llamada, por tanto, a trabajar para convertir los corazones a una mayor apertura hacia los demás», para que “cada uno, en pleno respeto de su propia libertad y en la plena asunción de sus responsabilidades, pueda actuar siempre y en todas partes a favor del bien común”, concluyó.

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ZENIT Staff

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