LAHORE, lunes 2 de mayo de 2011 (ZENIT.org).- Cristianos paquistaníes y filipinos podrían sufrir una reacción tras la muerte de Osama Bin Laden, autor intelectual de los atentados contra las torres gemelas de Nueva York, el 11 de septiembre de 2001.
Tanto el arzobispo emérito de Lahore Lawrence Saldanha, como el obispo de Isabela, en Filipinas, hicieron manifestaciones en este sentido a la agencia católica de noticias UCA News.
«Nosotros somos un objetivo fácil, dado que no pueden atacar a Estados Unidos. Pedimos seguridad; el gobierno debería controlar que no se produzcan actos de venganza», afirmó monseñor Saldanha.
Pero a pesar del riesgo de represalias a corto plazo contra los cristianos, la muerte de Bin Laden podría producir un equilibrio en la sociedad de Pakistán devastada por la guerra, comentó.
El obispo expresó su esperanza de que la muerte del terrorista más buscado del mundo reduzca el radicalismo militante que ha envuelto a Pakistán en los últimos años. «Al menos esperamos que las cosas puedan mejorar gradualmente», dijo.
«Muchos miraban a Bin Laden como un héroe de la revolución islámica. Pero era un modelo de extremismo y una amenaza para la paz mundial. Su muerte cambiará el perfil del extremismo, así como lo descentralizará y desmitificará», subrayó el arzobispo.
Las fuerzas militares de Estados Unidos mataron a Osama bin Laden, fundador de Al Qaeda, en Abbottabad, ciudad de la provincia norteña de Khyber Pakhtunkhwa, después de un breve tiroteo.
El presidente estadounidense Barak Obama dijo que las fuerzas de los servicios de inteligencia estuvieron trabajando sobre pistas recibidas a primeros de agosto, y actuaron en cooperación con las autoridades de seguridad paquistaníes.
Monseñor Saldahna fue ordenado arzobispo precisamente el día de los atentados del 11 de septiembre.
«Los acontecimientos que siguieron a los atentados del 11 de septiembre afectaron a toda mi trayectoria episcopal y a mi vida», afirmó el prelado, añadiendo que aquellos hechos repercutieron mucho en los cristianos de este país, que se vieron muy afectados por la violencia y en ocasiones masacrados. Pude ver cómo la violencia iba a peor cada día», dijo.
Mientras tanto, en India, otro líder eclesial pidió que la muerte del líder de Al Qaeda no derive en atentados de represalia. El padre Babu Joseph, portavoz de la Conferencia Episcopal de India, lamentó que Bin Laden haya tenido una muerte violenta.
«Podría haberse reformado abandonando el camino de la violencia y el terrorismo y empezar una nueva vida de reconciliación y de paz», dijo a UCA News el sacerdote del Verbo Divino. El padre Joseph también pidió que esta muerte no se traduzca en una escalada de violencia o lleve a actos de represalia como se teme.
“La Iglesia nunca apoya la violencia o se asocia con la violencia. La violencia perpetrada por motivos religiosos nunca es aceptable en ninguna sociedad civilizada”, añadió.
Algunos musulmanes indios reaccionaron a la muerte de Bin Laden echando la culpa a Estados Unidos de la radicalización del terrorista abatido por las fuerzas estadounidenses.
Sin embargo, para un obispo filipino, “la muerte de Bin Laden es un “triunfo del bien sobre el mal”. Lo afirmó el obispo de la prelatura de Isabela en Filipinas Martin Jumoad.
Su prelatura se encuentra en la provincia de Basilan, donde tienen campos de entrenamiento los militantes islámicos de Abu Sayyaf, inspirados en Al Qaeda, que han atacado con frecuencia a comunidades cristianas de esta zona.
Monseñor Jumoad dijo que espera que la muerte de Bin Laden “debilite al grupo Abu Sayyaf en Basilan, dado que sus líderes proclamaron que estaban recibiendo ayuda de Al Qaeda, a través de la Jemaah Islamiyah [congregación islámica, incluida por la ONU en la lista de organizaciones terroristas]”.
Pidiendo oraciones incesantes por la paz, el obispo Jumoad concluyó: “Espero que las cohortes de Bin Laden que actúan aquí disminuyan y que Basilan finalmente goce de paz y seguridad”.
Sin embargo, reconoció que se podrían producir atentados de represalia contra los cristianos cuando se extendiera la noticia de la muerte de Bin Laden.