Este evento, organizado por el Consejo Mundial de las Iglesias (WCC), se está reuniendo en Kingston, Jamaica, desde el pasado 18 de mayo, para reflexionar sobre la religión y la violencia.
La convocatoria, afirmó el Papa, “supone la culminación de un programa de diez años para combatir toda forma de violencia”.
El Pontífice invitó a los fieles a rezar “por esta noble intención”, y a renovar el “compromiso de eliminar la violencia en las familias, en la sociedad y en la comunidad internacional”.
El Encuentro Internacional por la Paz culminó hoy en Kingston (Jamaica) con la celebración del Domingo Mundial por la Paz. Se ha celebrado en la Universidad de las Indias Occidentales, y en él participaron, entre otras personalidades, el metropolita Hilarión Alfeyev, de la Iglesia ortodoxa rusa.
Por parte católica, estuvo presente monseñor Donald Reece, arzobispo de Kingston.
El encuentro terminará el 25 de mayo, y constituye, según el Consejo Mundial de las Iglesias, “la culminación del programa del Decenio para Superar la Violencia (DSV) que fue autorizado por el WCC en su Asamblea de Harare en 1998 e iniciado en 2001”.
Según el secretario general del WCC, reverendo Olav Fykse Tveit, el encuentro de Kingston “llega en un momento en que el mundo está experimentando importantes cambios en el paradigma político, y mucho de esto viene acompañado de violencia y conflicto”.
“Este acontecimiento reúne a los movimientos por la paz y los dirigentes de iglesias y ofrece tiempo y espacio para examinar el papel de la iglesia y la religión como pacificadoras”, añade.