ROMA, domingo 22 de mayo de 2011 (ZENIT.org).- El secretario de Estado vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone, destacó su deseo de que el compromiso fundamental de Caritas sea la tarea educativa, la sensibilización para que todos reconozcan a sus hermanos en los pobres.
Lo hizo , esta tarde en los locales de la Domus Mariae, en el Palacio Carpegna de Roma, donde se celebra la decimonovena asamblea de Caritas Internationalis del 22 al 27 de mayo, en la misa que presidió para los 300 delegados que celebran también el 60 aniversario de la fundación de Caritas.
“Deseo, como fruto de esta asamblea, que el compromiso fundamental de Caritas Internationalis, y también el objetivo de una relación renovada con los organismos de la Santa Sede, sea descubrir el rostro de los hermanos, ayudar a los cristianos y a todos los hombres de buena voluntad a considerar como algo propio sus necesidades y la exigencia del reconocimiento total de su dignidad”, declaró.
Destacó que existe un nivel de servicio muy importante, el de “llegar de modo convincente y respetuoso a la mente y al corazón de los creyentes y de todas las personas de buena voluntad, para que reconozcan a sus hermanos en los pobres”.
Y recordó que eso “es lo que deseaba el Siervo de Dios Pablo VI cuando insistía en la tarea
eminentemente educativa de Caritas”.
Caritas “ ofrece a los fieles una oportunidad privilegiada de compartir la misión de la
Iglesia y de estar unidos a Jesucristo”, explicó.
“Caritas Internationalis y las Caritas nacionales y locales hacen un bien inmenso cuando ayudan a las personas y a las comunidades a reconocer con amor la presencia de otros hermanos necesitados, que es la presencia del mismo Cristo; cuando logran sacudir sus conciencias, para que, tanto a través de la libre iniciativa como colaborando con la caridad organizada de la Iglesia, sientan siempre la urgencia exigente del compartir evangélico”, añadió.
A continuación, se refirió a la manera como llevar a cabo esta tarea educativa, diciendo que “para poder reforzar en los cristianos y en los hombres de buena voluntad una conciencia operativa, de fraternidad, especialmente hacia los más pobres, es preciso vivir en Jesucristo, que “es el camino, y la verdad y la vida”, y estar animados por su Santo Espíritu”.
Y añadió que a Cristo “lo encontramos en la Palabra y en el Pan de Vida, en la oración personal y en los Sacramentos, pero también lo encontraremos y transmitiremos su vida a los demás en la actividad de Caritas”.
Una familia humana
Para el cardenal Bertone, la Asamblea que empezó este domingo en Roma “no es sólo la ocasión para un encuentro fraterno y para cumplir con las obligaciones institucionales”, sino “sobre todo la ocasión para reencontrar a Cristo más intensamente”.
En el encuentro, serán elegidos todos los miembros del Consejo directivo de Caritas Internationalis. El presidente de la confederación de organismos caritativos, el cardenal Óscar Rodríguez Maradiaga, destacó la necesidad de que todos ellos sobre todo “tengan un gran corazón para amar”.
Lo hizo en una entrevista ante los micrófonos de Radio Vaticano en un marco singular, el viaje que realizó este sábado el tren de época Caritas Express desde la estación ferroviaria del Vaticano hasta la ciudad de Orvieto para conmemorar los sesenta años de Caritas Internationalis.
Por otra parte, en la homilía, el cardenal Bertone destacó que este aniversario supone una oportunidad para “dar gracias al Señor por la caridad organizada de la Iglesia”.
En nombre del Papa, agradeció a todos los representantes de Caritas “por la promoción y puesta en práctica de la caridad cristiana”.
Y dio las gracias especialmente la actividad desarrollada tras las recientes calamidades naturales en Haití y en Japón, así como también por los esfuerzos realizados en las emergencias debidas a los conflictos, como en Costa de Marfil y en otras situaciones de guerra, o en situaciones de pobreza extrema.
“En todas estas dolorosas realidades, esta benemérita institución eclesial está llamada a mostrar de modo práctico y eficaz que el mundo es una sola familia, la familia de los hijos de Dios”, dijo, refiriéndose al tema de la asamblea, Una familia humana, pobreza cero.
Manifestación de la Iglesia
Dirigiéndose a los delegados de las distintas Caritas, afirmó: “Vuestra actividad es una manifestación pública de la Iglesia como Cuerpo de Cristo y como Pueblo de Dios”.
Destacó que “el amor al prójimo enraizado en el amor a Dios es ante todo una tarea para cada fiel, pero lo es también para toda la comunidad eclesial” y añadió que Caritas “se debe entender como instrumento del Obispo para la pastoral caritativa”.
Y recordó que Caritas Internationalis recibió en el 2004 la personalidad jurídica canónica pública, “que ha constituido al organismo en una comunión cualificada con la jerarquía de la Iglesia y le ha asegurado una participación peculiar en su misión, participación que Caritas Internationalis está llamada a conocer, profundizar, acoger y realizar cada vez mejor”.
Respecto a la acción caritativa de Caritas y en general de toda la Iglesia, indicó que “como la de Cristo, nunca puede limitarse a socorrer las necesidades materiales de los hombres, aunque, a veces, éstas sean urgentísimas y no puedan esperar”.
“Una asistencia humanitaria que prescinda habitualmente de la identidad cristiana y adopte un estilo, por así decir, “neutro”; un modo de actuar que quisiera complacer a todos, correría el riesgo de no prestar al hombre un servicio adecuado, a la altura de su plena dignidad”, advirtió.
Y añadió: “De este modo, aun sin quererlo, se acabaría por suscitar en las personas asistidas una mentalidad materialista, que ellas aplicarían a su vez a sus relaciones con los demás y a la hora de afrontar los problemas sociales”.
“En este tiempo histórico, el paraíso jamás se alcanzará; sin embargo, debemos esforzarnos en todo momento con responsabilidad en el servicio de los hermanos -dijo-. En el fondo de todas las miserias está el egoísmo y la indiferencia”.