CANNES, viernes 27 de mayo de (ZENIT.org).– El jurado ecuménico del 64º Festival de Cannes otorgó el 21 de mayo su premio a la película This must be the place [Éste debe ser el lugar, n.d.r], del director italiano Paolo Sorrentino.
“Un drama clásico de una gran riqueza y de una estética rebuscada”, escribe el jurado ecuménico “que abre con gracia pistas de reflexión graves y profundas”.
“A través de Cheyenne, estrella del rock fracasada, Paolo Sorrentino ofrece el viaje interior y la odisea de un hombre en busca de sus raíces judías, de la madurez, de la reconciliación y de la esperanza”, añade.
El jurado también concedió dos menciones especiales. La primera, a la película Le Havre, del finlandés Aki Kaurismäki, aclamada como “una oda a la esperanza, a la solidaridad, a la fraternidad”.
La segunda, a la película ¿Y ahora dónde vamos? de la libanesa Nadine Labaki, a la que se le ha reconocido “mucha delicadeza y tacto, suscitando una emoción orientada a la esperanza”.
El premio del jurado ecuménico del Festival de Cannes existe desde el año 1974. Un jurado compuesto por cristianos comprometidos en el mundo del cine (periodistas, realizadores, profesores) se lo concede a un largometraje del concurso oficial.