ROMA, lunes 9 de mayo de 2011 (ZENIT.org).- Hoy lunes ha tenido lugar en Roma, en el Auditorium Conciliazione, la rueda de prensa de presentación de la segunda edición de Mirabile Dictu – International Catholic Film Festival, que tendrá lugar en este mismo lugar del 12 al 21 de mayo.
“He creado este Festival porque amo a Dios, y este es un modo de dar visibilidad a la fe y de transmitirla a los demás”, afirmó la directora de cine Liana Marabini, presidenta del Festival.
“Nosotros los cristianos tenemos esta urgencia de decir cosas bellas, Mirabile Dictu, y de ver cosas bellas, en este caso, Mirabile Visu: por tanto, durante este Festival veremos películas bellísimas”, afirmó Alberto Di Giglio, que ha contribuido a la redacción del programa de algunas jornadas antológicas.
Serán siete jornadas, dedicadas a Jesucristo en el cine, al tema del sacerdote en el imaginario colectivo, a tres películas de directores prometedores, a los documentales de turismo religioso, a los cortometrajes, a Pío XII y a las películas de Remo Girone.
En su intervención, monseñor Franco Perazzolo, oficial del Consejo Pontificio para la Cultura y miembro del jurado del Festival, subrayó la “necesidad de elevar el nivel de nuestra existencia, porque si no se convierte en chata y corremos incluso el riesgo no de mirar al cielo para entender la tierra, sino de olvidar que hay un cielo y así no conseguir tampoco vivir en la tierra”.
“Jesús usó el lenguaje de la parábola para hacerse entender por la gente – prosiguió – Nosotros hoy debemos encontrar nuevas parábolas para volver a anunciar valores importantes, y esta ocasión del Festival, pienso yo, es un intento a través del cine – tanto en el pasado como en el futuro, gracias a nuevas películas de directores recién llegados – de manifestar estos valores fundamentales para cualquier persona, más allá de su pertenencia cultural, religiosa, de fe”.
Monseñor Marco Frisina, biblista y compositor, confesó creer “que el arte sigue siendo una de las armas de evangelización más bellas, porque deja libre al que escucha de acoger o no, pero tiene en sí una persuasión que va directamente al corazón”.
“Si es verdadero arte, consigue tocar el corazón también de un no creyente y abrirlo al misterio que se comunica – observó –. Hay una predisposición natural a la escucha en el arte, y por tanto una capacidad de hacer penetrar también los mensajes que más amamos, que para nosotros los creyentes son los del Evangelio”.
“El arte es un florecimiento, una gracia dada por Dios y que sale del corazón del hombre: un campo bellísimo en el que encontrar y amar a todos”.
“Pienso que el papel de quienes hacemos comunicación es sobre todo el de regalar a Dios a las personas – concluyó Liana Marabini –, porque lo que falta más hoy es el amor. ¿Pero qué amor más grande podemos tener que el de Dios? Y nosotros debemos regalar el inmenso amor de Dios por nosotros, que es allí donde nos espera y que no nos dejará nunca”.
Finalistas
Durante la rueda de prensa se ha hecho pública la lista de las películas finalistas de esta edición.
El premio del Festival, “El Pez de Plata”, se inspira en el primer símbolo cristiano. Se repartirán 5 a las obras en torneo, para las categorías de mejor película, mejor documental, mejor cortometraje, mejor actor/actriz protagonista, mejor director. Habrá después un premio especial a la carrera, que se entregará al actor Remo Girone.
Para las categorías de mejor película, mejor director y mejor actor/actriz, los finalistas son: “Duns Scoto” de Fernando Muraca (la historia del filósofo medieval John Duns, que vivió entre los siglos XIII y XIV; película producida por los Franciscanos de la Inmaculada), “God’ Mighty Servant” de Markus O. Rosenmüller (la historia de Sor Pascualina y del papel privilegiado que tuvo en la vida de Pío XII, interpretado por Remo Girone), “Marcelino pan y vino” de José Luis Gutiérrez (remake del celebre film, ambientado en el México de los Cristeros).
Para la categoría de mejor documental, entre los finalistas está “La última cima” de Juan Miguel Cotelo , centrado sobre la vida del sacerdote español, filósofo y teólogo Pablo Domínguez, muerto en 2009 a los 42 años mientras descendía del Moncayo, la máxima altitud (2.314 metros) de la cadena montañosa del Sistema Iberico. Era la última cima que le faltaba al experto escalador Pablo, muerto una semana antes de defender su tesis de doctorado en Teología en una Universidad Pontificia romana.
Finalistas son también “Nine Days that changed the World”, que narra la visita a Polonia de Juan Pablo II, que cambió el rostro y el alma de su país natal, en el trasfondo de Solidarność, y “Teresa del Niño Jesús” de Alberto Di Giglio, sobre la vida de santa Teresa de Lisieux.